2. Información general a escala macroclimática

Icono de iDevice 2.1. Escala Global

La información climática a escala global se refiere a características climáticas medias para la totalidad del globo que nos permite compararlas con las características climáticas medias de otros planetas.
Aunque el valor medio de la temperatura de la Tierra es de 15ºC, su distribución no es homogénea, sino que varía entre los -90ºC en las zonas más frías y los +150ºC que alcanzan las zonas donde se producen emanaciones puntuales de gases de el interior de la Tierra, adquiriendo diferentes valores intermedios en función del tipo de medio.

Estas variaciones de la temperatura dependen de factores geográficos como la latitud, la altitud y la profundidad de los océanos y condicionan directa o indirectamente la biodiversidad, la distribución de los organismos y la actividad humana.

Icono de iDevice 2.2. Escala Zonal

La variación latitudinal de la temperatura sigue un patrón característico que depende de la variación latitudinal del balance neto de radiación y permite definir tres grandes zonas terrestres en función de su temperatura:

  • Zonas frías de ambos hemisferios, situadas entre los Polos (90º Lat.) y los Círculos Polares (66,5º Lat.)
  • Zonas templadas de ambos hemisferios, situadas entre los Círculos Polares (66,5º Lat.) y los 30º de latitud aproximadamente.
  • Zona cálida, situada en torno al Ecuador hasta el límite con las zonas templadas de ambos hemisferios.
La transición de una zona a otra no es brusca sino que sigue un gradiente que permite definir zonas de transición: Subpolar, Subtropical y Ecuatorial.
El mapa representa la variación de la temperatura de las superficie del mar registrada desde un satélite el 13 de diciembre de 2000 al que se ha superpuesto un mapa de temperatura sobre los continentes e isolíneas que  representan valores de Irradiancia (kcal/cm2/año).
Icono de iDevice Distribución latitudinal de la riqueza específica en lepidópteros
La variación latitudinal de la riqueza específica de lepidópteros en América, Europa-África y Asia-Oceanía, pone de manifiesto un mismo patrón de variación: En los tres casos se observa que la riqueza específica es baja en las latitudes altas, donde el balance de energía es deficitario; mientras que en las latitudes bajas, donde hay excedentes de energía, la riqueza específica es muy alta,
Icono de iDevice 2.3. Escala Regional

Las categorías zonales definidas en función de la temperatura presentan una fuerte variación intrazonal a la que contribuye la formación de centros de acción con estructura celular (altas y bajas presiones) que condicionan la variación de la precipitación, motivo por el cual es preciso diferenciar dentro de cada zona latitudinal una serie de regiones en función del régimen pluviométrico cuya distribución en los continentes depende en gran medida de la dirección en que llegan los vientos dominantes a uno y a otro lado de los bordes continentales.

La distribución geográfica de las grandes zonas y regiones climáticas de la Tierra guarda una estrecha correspondencia con la regiones de vegetación natural del mundo.

Al analizar los climodiagramas de diferentes estaciones de Canarias, se aprecia que su patrón de variación encaja con el patrón de variación característico del clima mediterráneo por lo que Canarias se incluye dentro del clima mediterráneo, pero con matices subtropicales.

Se observa que las regiones con clima mediterráneo se sitúan en la zona templada de ambos hemisferios, justo en los bordes occidentales de los continentes.

Si ordenamos los climodiagramas correspondientes a diferentes localidades de los archipiélagos situados en el borde oriental del Atlántico Norte en función de la latitud, el grado de oceanicidad y la elevación de la localidad; se observa un cambio gradual en el régimen de temperaturas y precipitaciones mensuales.

Las Azores, situadas en el extremo más septentrional, presentan un régimen pluviométrico húmedo sin estación seca, aunque presentan un mínimo estival, mientras que en el extremo más meridional se sitúa el archipiélago de Cabo Verde, que presenta características más cálidas y secas debido a verse poco afectadas por las borrascas y más por la zona de convergencia intertropical. Esto motiva que en el caso de las islas más meridionales la precipitación máxima no se produzca durante el invierno sino durante el verano, que es propio de la zona climática tropical. Canarias y Madeira se sitúan a una latitud subtropical con un régimen de precipitaciones y temperaturas propios del clima mediterráneo, pero afectadas durante el verano por el régimen de los Alisios.

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